DOBLE DIFICULTAD: . . 1º.- ACCESO A LA ACERA En este punto de la Calle de las Carrizas (San Andrés del Rabanedo), la acera es totalmente inaccesible justo después de cruzar el paso de peatones, lo que provoca que si vamos en una silla de ruedas, tengamos que circular por la carretera general varios metros.

Como se puede observar en la imagen, el bordillo es totalmente irregular. A ello se le suma una alcantarilla que no queda a ras de suelo, sino que queda hundida en la calzada formando un pozo. Además, la altura del bordillo en el punto de la alcantarilla llega a superar los 10 cm. El resto de bordillo tiene demasiada altura y, por el único sitio que se puede subir con una silla de ruedas, queda fuera del paso de peatones y una vez subidos a la acera no podemos seguir avanzando porque ésta se estrecha tanto que la silla no cabe.
2º.- NO HAY SEMÁFORO PARA PEATONES
Como vemos en la imagen, en esta calle no hay semáforo para peatones, pero sí uno para vehículos que no es visible para los viandantes. Esta situación ha provocado más de un susto que, afortunadamente, no ha terminado en atropello, pero que es fácil que pueda producirse. Cuando el semáforo para vehículos está en verde y un peatón se encuentra cruzando la calzada por el paso de peatones, los vehículos normalmente siguen avanzando, obedeciendo a la luz verde de su semáforo. El peatón, sin embargo, al quedar fuera de su visibilidad el semáforo de vehículos, da preferencia al paso de peatones y cruza la calzada, dándose así las circunstancias perfectas para un atropello.
CON UN SIMPLE SEMÁFORO PARA PEATONES, UNOS CENTÍMETROS MÁS DE ACERA Y UN REBAJE BIEN HECHO, YA TENDRÍAMOS PREVENIDOS UNOS CUANTOS ACCIDENTES.